Volumen 36 | Número 5 | Septiembre–Diciembre
2008

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El Nacimiento de Cristo en una Edificación Kataluma


By Dr. H. T. Spence

Lucas 2:7 nos dice, “Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón”. La tradición antigua coloca el lugar del nacimiento del Señor Jesucristo en una cueva, ya que las cuevas eran utilizadas como establos en la mayoría de los países con suelo rocoso. La palabra griega para mesón es kataluma, lo cual denota el más simple de los mesones. Es similar a un Khan Sirio—un refugio para ladrones, un resguardo del calor y del polvo, un lugar donde el hombre y sus bestias podían alojarse, donde el comerciante pudiese vender sus mercancías, y donde el peregrino pudiese saciar su sed. Sin embargo, en tales mesones, el visitante tenía que hacer todo por él mismo.

En el tiempo del memorable nacimiento de Cristo, y durante el censo fiscal, la gente había llenado el pequeño pueblo de Belén ocupando aun lo mesones más económicos. Así que, una cueva, un establo, una edificación donde los desperdicios eran desechados, se convirtió en el lugar divinamente señalado por Dios para el nacimiento del Niño Cristo sobre la tierra.

El Espíritu Santo guió al médico Lucas a usar la palabra kataluma, un lugar modesto que acertadamente representa la humilde vida y muerte de Cristo. El Evangelio está pesadamente cargado con la verdad de esta palabra. ¿Por qué Dios escogió un nacimiento tipo-kataluma para Su Hijo? Si leemos la Biblia con un corazón en oración, podremos observar que Dios ha estado trabajando en la manera kataluma desde la fundación del mundo.

Los Tipos Kataluma en el Antiguo Testamento

En Génesis 3:15, Dios pudo haber destruido inmediatamente al Diablo después de la Caída del hombre. En lugar de ello, Dios escogió a la simple simiente de la mujer, el vaso más frágil, para que se encargara del problema del pecado al igual que del Diablo.

Dios hubiese podido supernatural-mente haber hecho un trasatlántico lujoso para cuidar de Noé, pero Él decidió que Noé construyera el arca sin adornos elegantes. Ciertamente fue un arca kataluma.

Dios pudo haber supernaturalmente creado un lugar de secuoyas gigantes o un lugar equivalente al Cyprus Gardens (Jardín de los Cipreses) en Florida, E.U.A., con el propósito de llamar a Moisés para que guiara al pueblo de Israel fuera de Egipto. En lugar de ello, Dios usó un llamamiento kataluma, una zarza ardiente al fondo del desierto.

Dios pudo haber escogido un animal con una inteligencia más elevada como el chango, para que le hablara a Balaam, el profeta apóstata, cuando éste iba a maldecir a Israel. En lugar de ello, Dios escogió un animal kataluma, un asna.

Dios pudo haber hecho una ametralladora supernaturalmente, adelantándose a la historia, para que David matara a Goliat. En lugar de ello, Dios le proveyó de un arma kataluma, una honda y una piedra lisa, para derribar al gigante.

Cuando Elías anunció una severa sequía y hambre, Dios pudo haber usado una variedad de maneras para proveer de alimento al profeta, y de un lugar donde ocultarse del rey Acab. Pero Dios escogió una corriente de agua tipo kataluma para Elías al igual que sucios niños mandaderos, cuervos, para alimentar al profeta.

Dios ha usado cántaros rotos y trompetas para matar a un ejército, y un río lodoso para sanar de la lepra a un líder. Si, Dios ha usado multitud de cosas que los hombres hubieran visto como algo sin valor, pero en Su mano y en Sus planes tales cosas se convirtieron en los medios ideales para tales momentos.

La Venida del Mesías

¿Qué hay acerca del Mesías? ¿Cómo habría Él de venir? Isaías 53:1-2a nos dice: “¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová? Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca. . . .” Pareciera que Dios había pasado de largo los grandes palacios de los líderes en Roma, y las casas lujosas de los ricos. Dios pasó de largo todo ello y escogió para Su precioso Hijo el que naciere en los establos de un kataluma. El Señor escogió a María, una jovencita en su adolescencia, para ser la madre de Jesús antes que escoger a alguien de mayor madurez, a una mujer de mayor experiencia tal como Elizabet o Ana la profetisa. “¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres.” (Lucas 1:28). “Porque ha mirado la bajeza de su sierva” (Lucas 1:48). “Quitó de los tronos a los poderosos, Y exaltó a los humildes” (Lucas 1:52).

De acuerdo a Levítico 12, el sacrificio de dedicación por un niño tenía que ser un cordero; pero si la familia era muy pobre, entonces debían traer dos tórtolas o dos palominos. María y José trajeron lo segundo (Lucas 2:24), un sacrificio kataluma. A través de sus muchos años, el sacerdote Simeón, debió haber visto miles de padres trayendo a sus bebés acompañados de un cordero para el sacrificio. Pero cuando Simeón miró a este niño, cuando él lo tomó en sus brazos y lo elevó, Simeón declaró: “Porque han visto mis ojos tu salvación, la cual has preparado en presencia de todos los pueblos” (Lucas 2:30-31). El Espíritu Santo reveló a este sacerdote, a pesar del sacrificio kataluma, que este niño era el Mesías.

Cuando Jesús creció hasta su madurez, Él continuó viviendo su vida kataluma. “Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza” (Mateo 8:20).

Cuando la hora llegó para su muerte sacrificial, Cristo tuvo una muerte kataluma. El medio de ejecución Judía era apedrear a la persona; el método Romano era decapitar. Aun así, a Cristo se le dio la muerte brutal de la crucifixión en la cruz. El cielo se cerró para Él ya que fue hecho pecado por nosotros. El infierno se cerró para Él lo mismo que la tierra. Sus amigos lo abandonaron. El bebé tipo kataluma nació para tener una muerte tipo kataluma.

El Mensaje del Mesías

Al leer a los escritores de los cuatro evangelios y aun las epístolas de los Apóstoles, es evidente que el mensaje de Cristo no era diferente.

En el libro de Juan, cuando Cristo comenzó Su ministerio, la gente maravillada decía, “Oh, Él tiene palabras de gracia”. Pero cuando Cristo, en Juan 6 dijo: “Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás”, los mismos estaban murmurando en contra de Él, incluyendo muchos de Sus seguidores, “Al oírlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír?” (Juan 6:60).

Cristo no vino predicando el evangelio según Dale Carnegie respecto a “Cómo Ganar Amigos e Influenciar en la Gente”. ¡Sino que Cristo vino predicando arrepentimiento, la necesidad de nacer de nuevo, y el llamado a no pecar más!

Para el mundo, Cristo es un Salvador kataluma, y Su mensaje es visto igualmente. Cristo es como el Tabernáculo del Antiguo Testamento: desde adentro, la persona podía ver sus cubiertas de pelo de cabra y las pieles de carneros teñidas de rojo; sin embargo, desde afuera las personas solo podían ver las humildes pieles de tejón. Para el mundo, esto es lo que Cristo y Su mensaje son. “Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden” ( I Cor 1:18). El profeta Isaías declaró:

No hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. (Isaías 53:2-3)

La iglesia contemporánea hoy en día está intentando cambiar a nuestro Señor, y hacerlo una superestrella, un hippie, un revolucionista, o un líder en contra de lo establecido. Cristo es visto como un ecumenista moderno, disfrutando los sonidos contemporáneos del rock que están integrados con un vocabulario espiritual. Miramos a Cristo anunciado en obras contemporáneas sobre camisetas, pantalones, pósters, etc. Él es colocado dentro de eslóganes contemporáneos tales como “Yo y Jesús estamos saliendo juntos”, “Drógate con Jesús”, y “Pita con el claxon si conoces a Jesús”. Sin embargo, Su mensaje kataluma es “Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré, Y seré para vosotros por Padre, Y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso” (I Corintios 6:17-18). La iglesia contemporánea habla mucho acerca del amor y de la paz, pero el Salvador kataluma declaró, “No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada. Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra; y los enemigos del hombre serán los de su casa” (Mateo 10:34-36).

El Cristo de la iglesia moderna es “tan solo uno de los muchachos” y ha sido expuesto para hacer sentir al mundo en casa sin ninguna convicción o necesidad de arrepentimiento. No existe estigma alguna o persecución identificada con el Cristianismo contemporáneo de nuestros tiempos. En contraste, el Salvador kataluma declaró,

El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor. Bástale al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al padre de familia llamaron Beelzeb, ¿cuánto más a los de su casa? (Mateo 10:24-25).

Cristo dejó en claro en Juan 17:14, “Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo”. Nuestro Señor también declaró con denuedo, “y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí” (Mateo 10:38). Los Carismáticos con su énfasis sobre la prosperidad y sanidad divina han hecho del reino de Cristo un reino terrenal para este mundo. Cristo se lo dijo claramente aun a Pilato que Su reino no era de este mundo (Juan 18:36); Cristo mismo declaró a Sus discípulos en Hechos 1:6-8 que Él no había venido en Su primera vez para restaurar el reino de Israel.

Las Escrituras dicen con claridad que nosotros debemos aceptar al Cristo de las Escrituras, el Despreciado y Rechazado, Aquel que habría de ser odiado por este mundo. Y si la Iglesia es mundana, entonces la Iglesia también Lo odiará. No somos llamados a cambiar el mensaje de la Biblia o la verdad del Salvador que ahí se presenta. Debemos aceptar a Cristo en la manera como Él es presentado, o rechazarlo completamente. No existe un término intermedio.

Del Kataluma al Pandocheion

Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos (II Corintios 8:9).

En Lucas 10:30-37, Cristo dio la historia de un hombre que viajaba de Jerusalén a Jericó, quien “cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto”. Este es un tipo de nuestra propia vida. Este mundo ha tratado de destruirnos, despojándonos de nuestro carácter, hiriendo nuestra consciencia y nuestro vivir, y dejándonos como muertos. Es sorprendente como los movimientos religiosos han tratado de ayudar al hombre natural en sus fallas, pero han totalmente ignorado las necesidades espirituales de la gente. Los sacerdotes y los Levitas pasan cada día a un lado de vidas heridas, pero no son capaces de darles lo que ellos necesitan.

Jesucristo debe ser visto como este buen Samaritano, de raza impura, uno que es odiado por los Judíos; es Él quien vino a nosotros en cierto día. Gracias a Dios, Él vino “cerca de él (aquel hombre), y viéndole, fue movido a misericordia”. Nuestro amado, despreciado, y rechazado Salvador, no solo tuvo compasión de él, sino que también, “acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y lo puso en su cabalgadura”. Es a través de Sus grandes méritos en el Calvario que Él puede venir a nosotros; Él puede vendar todas nuestras heridas de nuestra vida de pecado, derramando el aceite del Espíritu Santo y el vino de la santificación, para traer una completa restauración de nuestra vida para con Él. Oh, la providencia de Dios nos ha mantenido y transportado al mismo tiempo.

Por último, Cristo nos llevó al “mesón”, un pandocheion, un suntuoso hotel, ciertamente lo opuesto al kataluma. Debido a Su pobreza por nosotros, nosotros seremos los espiritualmente ricos cuando Su redención sea completada en nuestras vidas.

Es nuestra oración que durante esta temporada navideña Dios bendiga ricamente su vida y su familia. Estemos siempre conscientes del hecho que Él nació para morir por nuestros pecados. Él nació en los establos edificados del kataluma con el propósito de llevarnos al suntuoso pandocheion. Verdaderamente debe ser dicho, “No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados” (Salmo 103:10).