Nosotros creemos que estamos en el Tiempo Final de los Postreros Días; por lo tanto, una parte de las obras de Cristo es la de preparar a los santos para Su venida secreta en las nubes (1 Tesalonicenses 4:13–18). La “lluvia temprana” del Espíritu Santo vino en la época de siembra de la semilla del Evangelio durante el libro de los Hechos; del mismo modo, una “lluvia tardía” ha llegado (Santiago 5) para preparar la cosecha de los frutos para el Maestro. Este derramamiento de la lluvia tardía parece haber comenzado a mediados de los 1800’s; una de sus consecuencias fue la revelación de los libros de Daniel y del Apocalipsis para la obtención de un entendimiento más profundo. Así como la última parte del Libro de los Hechos sucedió en el periodo subsiguiente de la lluvia temprana, así mismo nosotros nos encontramos viviendo en el periodo subsiguiente de la lluvia tardía. Mientras que el movimiento Carismático que continúa expandiéndose es una herejía que imita la verdad de la lluvia tardía, el Remanente hoy en día se encuentra a sí mismo con un poco de lo que queda de la lluvia tardía. Creemos que la cosecha de la Segunda Venida de Cristo, se llevará a cabo pronto.

El movimiento Fundamentalista es un movimiento del “Fin del tiempo” que viene de Dios, como una última defensa grupal del Remanente en contra de la apostasía. Para entender el Tiempo Final, debemos reconocer que existen 3 “finales” de los cuales la Biblia habla: El Fin de la era de la Iglesia; el Fin del Periodo de la Tribulación, y el Fin de la Tierra (o del tiempo, tal y como es conocido). Actualmente nos encontramos en el primero de esos 3 finales de tiempos. Uno de los fundamentos de la Fe Cristiana, en el cual, quizá algunos Fundamentalistas difieren, es con respecto a la Segunda Venida de Cristo. Existen cristianos que no creen en el rapto, o en la venida secreta de Cristo quien viene por la Iglesia verdadera, es decir, la venida secreta de Cristo por el verdadero Remanente al final de la Era de la Iglesia. Otros toman la posición de un concepto de rapto durante la mitad de la Tribulación (o a lo que ellos llaman la mitad de la “Última Semana” de Daniel). Y también hay otros que creen en un rapto (o algo parecido a ello) al final del Periodo de la Tribulación. También existen aquellos quienes no creen en un rapto, pero proclaman que Cristo vendrá al final del Milenio. Esta última creencia se une a la creencia que la Iglesia se apoderará del mundo y marcará el comienzo del Reino; entonces Cristo finalmente vendrá a recibir el reino preparado por Él para la Iglesia.

Aunque los Judíos finalmente fueron libertados de la idolatría, su pecado nacional había profundizado mucho más allá que una simple idolatría; ahora se encuentran en una apostasía en contra del Señor a través de su rechazo acerca de la venida del Mesías. Nuestra posición es que Cristo vendrá para llevarse al Remanente del “Fin del tiempo” en la consumación de la apostasía en la Iglesia visible. “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron” (Juan 1:11). Así como “lo Suyo”, los Judíos lo rechazaron en Su primera venida; ahora, “lo Suyo” – la Iglesia, lo rechaza hoy en día, en la anticipación de Su segunda venida—un Israel sin Cristo en Su primera venida, y ahora una Iglesia sin Cristo en Su segunda venida. El rapto es únicamente para el Remanente. Debido a esta misma razón, el rapto no se menciona en el Antiguo Testamento; la promesa en el Antiguo Testamento es la venida pública de Cristo (Apocalipsis 19), la cual es la esperanza de la nación Judía, no para la Iglesia.

Existen dos conceptos de los Gentiles que deben ser observados. El primero es los “tiempos de los Gentiles”, dicho tiempo comenzó en el Cautiverio Babilónico y concluirá al final del Periodo de la Tribulación. Un segundo concepto con respecto a los Gentiles se encuentra en Romanos 11:25:

Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los Gentiles.

En este segundo concepto, el Apóstol Pablo hace referencia a un aspecto espiritual antes que a un aspecto político. Es importante recordar que la Iglesia es una verdad Gentil, no una verdad Judía. Aunque la Iglesia en el Día de Pentecostés fue básicamente una Iglesia Judía, al tiempo que el Libro de los Hechos se desarrolla, la Iglesia se convierte en un concepto Gentil. Ha sido de esta manera a través de toda la historia de la Iglesia. El Rapto cerrará esta “plenitud de los Gentiles” (con respecto al árbol del olivo), y Dios comenzará a moverse entre el mundo Judío para salvación durante el Periodo de la Tribulación. Aun así, los “tiempos de los Gentiles” continuarán a través del reino del Anticristo.

Estas mismas distinciones pueden observarse con respecto a las Escrituras. El Antiguo Testamento fue dado a, y a través de los Judíos; el Nuevo Testamento fue dado a la Iglesia, predominantemente escrito a las Iglesias Cristianas Gentiles. El Rapto traerá la culminación de la Iglesia, y Dios comenzará una vez más a trabajar principalmente entre los Judíos. A esto se debe que el término iglesia no será usado durante el Periodo de la Tribulación; la Iglesia fue un concepto Gentil del Cuerpo de Cristo.

Las Características del Remanente del Fin del Tiempo

Existen varias características que marcan los tiempos “cristianos” del Fin del Tiempo en los cuales el Remanente se encuentra.

Primero: ellos se encontrarán dentro de una apostasía global, en donde el mundo ha permeado el cristianismo; tal cobertura universal es lo que da origen a una apostasía Cristiana muy particular.

Segundo: ¡ellos viven en un tiempo en el cual el Cristianismo público está muerto! Los nuevos y falsos conceptos acerca de Jesús han permeado el mundo a través del Neo-Cristianismo, lo cual nosotros nunca podríamos tener un avivamiento bíblico a nivel mundial. Cuando nosotros hablamos a acerca de Dios hoy en día, lo hacemos delante de la presencia del neo-concepto de Dios corrompido a través del Islamismo, del Budismo, del Hinduismo, del Carismatismo, del Neo-Evangelicalismo, etc. Cada una de esas creencias adoran a un dios diferente al Dios de la Biblia.

Tercero: el Remanente se encuentra a sí mismo confrontando en lo que se conoce públicamente como Cristianismo, a un “Jesús” diferente, un “Jesús” como el inventado por Mel Gibson en su película, un Jesús Católico Romano, un Jesús Carismático. ¡Este no es el mismo Jesús que el de las Escrituras! Debido a que el mundo únicamente conoce a un Jesús falso, ¡será muy difícil para el Remanente predicar y testificar al verdadero Evangelio de Jesús en medio de todo este lodazal Neo-Cristiano! El Jesús de ellos es un Jesús de la música rock, del ecumenismo, un Jesús que tiene afinidad con el Catolicismo Romano, un Jesús que se conforma al mundo y a la carne. Ese no es el verdadero Jesús; es otro Jesús.

Cuarto: el remanente está confrontando una sociedad Occidental en donde la oración está dirigida a un dios equivocado. Aun las oraciones de Joel Osteen y de Billy Graham son oraciones que no están dirigidas al Dios de la Biblia, sino al dios que han fabricado con su falso evangelio. Nuestra sociedad incluye el dios de los Judíos y el dios de los musulmanes, como si fuese el mismo Dios del Cristianismo bíblico. La sociedad asume que todas las experiencias “espirituales” vienen del mismo Dios.

Quinto: el Remanente se encuentra a sí mismo en la hora de mayor confusión de la historia acerca de la Biblia. La serpiente Satánica ha entrado sigilosamente adentro del huerto del pueblo de Dios, para cuestionar una vez más la Palabra de Dios. ¿Cuál Biblia es la verdadera? ¿Cuál es el verdadero texto original de la Biblia?

Sexto: el Remanente se encuentra a sí mismo en las agonías de una iglesia mundana con estándares, música, y estilo de vida mundanos.

Séptimo: el Remanente se encuentra a sí mismo siendo odiado por el mundo y aun por la misma Iglesia visible. Es odiado debido a sus principios, a sus estándares, sus principios bíblicos de santidad de vida y de corazón, y debido a su separación bíblica.

Así es, esta es la hora, la hora crítica, en la cual el Remanente será el único que podrá ver al Jesús bíblico, creyendo únicamente en Él, y permaneciendo en Él— ¡únicamente el Remanente! Esta es la hora de mayor confusión y de engaño en cualquier generación en la historia de la Iglesia. Solamente algunos mirarán a Jesús y Lo conocerán, y estarán listos para reunirse con Él. Nunca antes ha habido un tiempo en el cual se haya escrito tantísimo acerca de la Biblia; pero la gran mayoría de ello, aun lo que es verdad se presenta a través del Neo-Cristianismo, todo ello es un engaño. Un engaño no es la ausencia de la verdad, ¡sino la sutil adición del error a la verdad! Este es el Fin del Tiempo cuando la Palabra de Dios escasea (1 Samuel 3:1, 2), o cuando hay hambre por ser escuchada la Palabra del Señor (Amos 8:11, 12). Empezaremos a ser testigos de enigmas que se estén llevando a cabo con la gente y eventos sobre la Tierra que nos asombrarán. No habrá respuesta para esas cosas, sino únicamente el hecho de que estamos en la culminación del misterio de la iniquidad, la apostasía mundial.

Ya no funcionarán los sistemas teológicos, ya que la gente se está rindiendo delante del mundo al igual que delante de los enemigos de Dios. No sabremos qué hacer con esos enigmas, como Billy Graham que dice que las personas pueden venir a Dios sin tener que venir a través de Jesucristo, o cuando dice que los Budistas y los Hindúes serán parte del Cuerpo de Cristo. ¿Cuán lejos irán los hombres de renombre antes de que mueran en tal engaño? Solamente algunos pocos, como Sansón, regresan a Dios cerca del final de sus vidas. Para aquellos que no regresan, ¿usaremos los sistemas teológicos para crear algún estatus para los redimidos, o aceptaremos lo que la Biblia dice?

Debemos ser muy cuidadosos en usar el término seguridad eterna; no existe tal frase en la Biblia. Como cristianos, debemos ir a declaraciones secundarias para poder encontrar esta verdad. Un pasaje “muy popular” que se cita para esta enseñanza es Juan 10:26–28:

Pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.

Cuando leemos la Biblia, debemos cuidar siempre el no leerla equivocadamente. Cristo es muy claro en este pasaje cuando dice: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen”. Cada una de esas palabras se encuentran en tiempo presente: ellas oyen y continúan oyendo; yo las conozco y continúo conociéndolas; y ellas siguen y continúan siguiendo a Cristo. La “seguridad eterna del creyente” es únicamente para aquel cristiano que “continúa creyendo”. El mandato en el Nuevo Testamento para creer en o acerca de Cristo, siempre se encuentra en tiempo presente. “Y yo les doy vida eterna”. ¡Es muy específico! ¡Es una doctrina para el creyente en tiempo presente continuo!

Es posible que un hombre inicie su ministerio creyendo en el verdadero Jesús, y que eventualmente abrace a otro Jesús, el del evangelio contemporáneo antes que él muera. ¡Muchos han caído en ello! ¡Este es el enigma del Fin del Tiempo! Decir que alguien como Billy Graham es salvo simplemente porque él “creyó” durante muchos años, es como decir que Judas es salvo. Lo que reclamamos en uno, debemos reclamar en el otro: ¡ambos traicionaron al Señor!

Mateo 24:24 nos dice, “Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos”. El punto fino del engaño alcanzará una gran perfección. Solo la electa no será engañada.

Querido amigo, estamos en el tiempo de las sacudidas de Dios (Hebreos 12), y únicamente aquello que se encuentra en Dios prevalecerá. En medio de esas sacudidas, ahí estarán Sus silencios designados—cada vez menos milagros evidentes de Sus obras. El Remanente de Dios estará viviendo más y más en el bendito milagro de la Providencia. Vamos a mirar más y más familias siendo separadas debido a la verdad (Mateo 10:34–37). Cada vez más, los gobiernos se volverán en contra del verdadero hijo de Dios; el Señor mismo nos dice que seremos odiados por “todas” las naciones por amor de Su nombre (Mateo 24:9). ¡Esto debe incluir a los Estados Unidos! Las escuelas que se imparten en los hogares y las Escuelas Cristianas serán cerradas. Debemos enfrentar la realidad de que esto ya es una realidad en muchos países. ¿Cómo caerán los Estados Unidos? ¿Serán derrotados por los Musulmanes, por una guerra civil y disturbios, o por una asimilación silenciosa hacia una unidad más grande de gobierno?

El concepto de Iglesia ha desaparecido al tiempo que las iglesias desechan el nombre y cambian sus nombres. ¡Esto debía suceder! El concepto de Iglesia Emergiente debe erigirse con el propósito de que el Cristianismo público sea asimilado dentro del resto de las religiones de esta era existencial postmoderna. Los antiguos puntos de referencia deben ser erradicados. Con frecuencia observamos que dentro de 4 generaciones de un ministerio, un fundador que sea el líder que se fundamente en la Biblia, podría tener una segunda generación cuyo liderazgo sea neutralista, el cual podría ser seguido por una tercera generación con un liderazgo que se comprometa y diluya la verdad, lo cual finalmente nos conduce a una cuarta generación, cuyo liderazgo cae en apostasía. También podemos ver las cuatro mutaciones llevándose a cabo en la vida de un solo hombre, en un ministerio, o en una escuela, todo ello, en una sola generación. En la misma situación en la cual antes se necesitaban cuatro generaciones para llevar a cabo el colapso, ahora puede llevarse a cabo en una misma generación.

Conclusión

Cada movimiento público debe dar camino a las presiones radicales del cambio en el Fin del Tiempo. Es un tipo de espíritu, cierta clase de actitud y atmósfera, es un poder agresivo que se propaga a través de los poderes y de las religiones del mundo para la avanzada final del ecumenismo para una Religión Mundial y un Gobierno Mundial también. Durante el tiempo de la primera venida de Cristo, según Hechos 4:25, 26, se cumplió la profecía: “¿Por qué se amotinan las gentes, y los pueblos piensan cosas vanas? Se reunieron los reyes de la tierra, y los príncipes se juntaron en uno, contra el Señor, y contra su Cristo” (Salmo 2:1, 2). Cuando llegamos al siguiente versículo, esta profecía se profundiza: “Diciendo: rompamos sus ligaduras, y echemos de nosotros sus cuerdas” (Salmo 2:3). Los vientos del poder oscuro dominan fuertemente la Civilización de Occidente; leyes muy descaradas están siendo promulgadas para derrocar a Dios, a Sus santos, y a la influencia de estos en dirección de la piedad en el fundamento de algunos gobiernos. El mundo no los quiere ya más; con forzada prontitud las ligaduras de justicia están siendo rotas y las cuerdas de la moral están siendo desechadas.

El Fundamentalismo es el último bastión sobre el planeta como movimiento que ha sido una fuerza de impedimento en contra tanto de la corrupción política como de la corrupción religiosa dentro del Cristianismo. Han existido otros movimientos, pero todos ellos en años recientes han sido el producto del Neo-Cristianismo, un evangelio de otra clase. Podría existir un llamado a regresar a los valores familiares y morales, a lo que se conoce como “los buenos tiempos morales de antaño de los Estados Unidos”; pero ellos nos están llamando a un Jesús contemporáneo que incluye una mezcolanza de Católicos Romanos, Carismáticos, y últimamente, Mormones, quienes están siendo llamados a unirse a la pelea “religiosa” para poder hacer volver a los Estados Unidos a los “buenos tiempos”. El evangelio de ellos no es el Evangelio de las Escrituras. Estamos siendo llamados a un Jesús que es diferente al Jesús de la Biblia.

La gente cree en Jesús, pero ellos no quieren la Biblia y el llamado que ella hace hacia una separación personal y eclesiástica. Debemos recordar que hombres como Mitt Rommey y Glenn Beck son mormones cuyas agendas tienen propósitos muy personales. La profecía del Mormonismo es que Estados Unidos llegará a estar tan mal que finalmente recurrirá a la Iglesia de los Mormones para traer liberación de todo mal al país. ¿Cuántos Fundamentalistas están apoyándose en hombres como ellos para encontrar esperanza? ¿Cuántos hombres en el Fundamentalismo están yéndose a los movimientos Neo-Evangélicos para traer un “dizque avivamiento” para salvar a los Estados Unidos? Hemos perdido toda dirección que originalmente tenía nuestro movimiento; nos hemos debilitado tanto espiritualmente, que nos hemos convertido en otros hombres.

Ya no queda ningún poder en el movimiento del Fundamentalismo, y su gente lo sabe. Por lo tanto, están volteando a los neo-movimientos para llevar a cabo a través de un Evangelio corrompido, lo que ellos desean hacer. Tristemente, ¡todo esto los lleva a la nada! Estamos demasiado adentrados en los poderes de la Post América, los cuales nos están arreglando para que se lleve a cabo un considerable dominio por parte de los poderes del Anticristo. Y el Fundamentalismo ha caído; únicamente algunas piezas de sus restos están flotando aquí y allá. Tal como una fuerza espiritual reconocida del pasado ha caído, también los Estados Unidos han caído.

¿En dónde terminarán los escombros del Fundamentalismo? ¿En qué se convertirán las escuelas e iglesias Fundamentalistas? ¿Terminarán cayendo dentro de la enorme y muy agresiva Iglesia Emergiente, la cual no es iglesia? ¿Acaso nuestros músicos se irán a lo que ellos creen son pastos más verdes para encontrar éxito? ¿Acaso nuestras escuelas se convertirán en un Sansón ciego, a través de las constantes mutaciones de sus visiones, teniendo que moler el grano de los filisteos – multitud Neo – cuando su poder se había apartado de él y solamente vivía de lo que había en su memoria? Ya no habrá conquistas sino que ahora serán conquistados; ya no serán una voz para Dios sino más bien una marioneta para divertir a lo contemporáneo. ¡Oh, cómo se están acabando los piadosos!

En nuestro próximo artículo, debemos hablar honestamente con respecto a lo que ha sucedido en el Fundamentalismo, y hacia dónde nos dirigimos con respecto a lo que Dios ha resuelto hacer con nosotros como movimiento. Que podamos confrontar lo que inevitablemente nos amenaza delante de nosotros en el capítulo final de la historia del Fundamentalismo.